Los niños del pueblo
Los niños del nuestra misión tienen mucha suerte si se compara a la pobreza extrema de los niños del poblado. A estos niños no les cuidan demasiado sus padres, les piden que traigan el agua (cubos grandes cargados en la cabeza) desde el cole, donde está el pozo, hasta sus casas. A veces un kilómetro. Les piden que cuiden de sus hermanos, que los limpien, que limpien la “casa” junto con la madre. Hay días que no cenan… y por supuesto no tienen más de dos vestidos por niño. Estos vestidos están destrozados por completo. Y sucios. Sucísimos. Al igual que los niños, que no se duchan. Se lavan muuuy pocas veces. A veces se nota mucho en la biblio cuando les doy clase, y me siento al lado de ellos. Huelen a desatención. A falta de recursos. Pobrecitos, que pena!!!
Los niños de los pueblos no tienen electricidad, nunca. Nadie tiene, alguna “tiendecita” tiene una bombilla con suerte. Pero lo normal es no tener nada. Cero. De hecho, cuando se va el sol, lo hacen todo a oscuras. Las velas son demasiado caras y no se las pueden permitir.
mientras corremos, nos acompañan... |
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